¿Qué ocurrió con esas sillas de playa? Salvador Morera, recordando aspectos de su travesía, entrega la respuesta: A las literas había que subirse como gato, porque eran como cinco o seis, una encima de otra. Un día, al levantarnos para ir al desayuno, vimos que uno de los de arriba no se movía. Lo dejamos dormir, pensando que estaría muy cansado, pero al mediodía nos dimos cuenta de que estaba muerto. Lo sacamos y fue sepultado en el mar.
Hubo conferencias a bordo que fueron dictadas por José Gómez de la Serna, hermano del escritor de las greguerías, y por el chileno Manuel del Villar. Gómez de la Serna, en medio de la soledad de la noche, dio una conferencia sobre las estrellas. Habló de la Osa Mayor y de la Osa Menor y no sé de qué otras cosas más. Recuerdo que fue una charla muy chistosa. Del Villar dictó otra sobre Chile, dando a conocer aspectos negativos: que los mineros dormían en “camas calientes” y que trabajaban en pésimas condiciones. El era Secretario General de las Juventudes Comunistas de Chile pero después de un tiempo se retiró y llegó a ser un alto funcionario del diario El Mercurio. Con él me vi muchas veces en Santiago.
En cubierta siempre había personas mejor vestidas que nosotros, que se sentaban en unas hamacas a tomar el aire y el sol. Se molestaban porque constantemente un grupo de jóvenes íbamos de allá para acá. Nos llamaron la atención y eso nos enojó, así que esperamos que se fueran, tomamos las hamacas y las lanzamos al mar.
! Aquello parecía un verdadero naufragio con esas cosas flotando en el agua” Fué una travesura de juventud.
Relato encontrado en Los españoles del Winnipeg : el barco de la esperanza / Jaime Ferrer Mir. 1a. ed. Santiago : Cal Sogas, impresión de 1989 (Santiago : Salesianos) 202 p. Se puede bajar en http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-98685.html