“El viaje se hizo al principio con las luces apagadas porque el barco pasaba frente a las costas de España, estaba la marina de guerra de Franco y pensamos que podía tomar alguna reacción en contra del Winnipeg, felizmente no pasó nada. El barco tocó en un puerto francés en Guadalupe para reabastecerse de combustible y de alimentos. Estuvo un día nada más, de ahí salimos hasta Colón el puerto panameño, llegamos a Valparaíso en la noche y como ya era tarde, las autoridades impusieron que el desembarque se efectuase el día siguiente, de manera que estuvimos la noche ¿no? porque estábamos ahí. Además se veían todas las lucecitas esas de los cerros que era una espectáculo precioso, muy bonito. Y al día siguiente en la mañana desembarcamos. Había tareas de identificación y de vacunación, nos vacunaron y nos embarcamos en un tren especial que había ahí…la gente, el pueblo, los campesinos, en fin, sabían que íbamos en ese tren y salieron a nuestro encuentro y nos encontraron y nos saludaban con banderas, en fin de manera que fue un espectáculo muy grato, muy grato…llegamos a la estación Mapocho debe haber sido a eso de las seis de la tarde una cosa así, el mes de septiembre, la estación estaba llena de gente, estaba atestada de gente que iba recibirnos, ahí nos distribuyeron en distintas pensiones y bueno ahí se empezó nuestra vida del exilio en Chile…”
Víctor Pey, ingeniero (1915-) (Entrevista)