Neruda- segundo ciclo de su poesía

Distanciándose de su inicial introspección, el segundo ciclo de la poesía de Neruda se dirigió hacia una profunda conciencia social. Hacia mediados de la década de 1920 la sociedad chilena había cambiado notablemente impactando en la visión que el poeta poseía de la vida, tal como él mismo reconoció posteriormente en sus memorias. Neruda había tomado conciencia del retorno de miles de obreros del salitre cesantes a la capital, de la lucha emprendida por Luis Emilio Recabarren, de las reivindicaciones estudiantiles y populares, y del inquebrantable dominio de la oligarquía. Sin ánimo de erradicar el amor, la vida, la alegría o la tristeza de su poesía, Neruda reconoció tajantemente que de la misma manera sintió que “No era posible cerrar la puerta a la calle dentro de mis poemas”. (Confieso que he vivido, 1979, p. 76). A la par de estas circunstancias sociales, la introducción de la política en su poesía y vida fue impulsada por su temprana carrera diplomática iniciada en 1927, año en que fue nombrado como Cónsul chileno en Birmania, lo que inauguró sus contactos con el mundo y sus afanes por la justicia social. En 1927 precisamente aparecerá publicado en España un libro escrito en sus viajes por oriente y Europa, y que se convertirá a ojos de la crítica como unas de sus obras cumbres: Residencia en la Tierra.

La creatividad literaria y poética de Pablo Neruda lo hizo acreedor del transversal reconocimiento de pares y críticos. En 1965 le fue otorgado el grado de Doctor Honoris Causa en la Universidad de Oxford, Gran Bretaña. En 1945 fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura y en 1971 recibió el Premio Nobel de Literatura, siendo el sexto escritor de habla hispana y el tercer latinoamericano en recibir tan importante distinción.

Pablo Neruda fue una figura clave de la cultura y política chilena del siglo XX impactando notablemente en la sociedad y en el mundo artístico nacional. El 23 de septiembre de 1973, doce días después del golpe de Estado y de la muerte de su amigo el presidente Salvador Allende, Pablo Neruda falleció en Santiago en la Clínica Santa María víctima de un cáncer de próstata. Con motivo del centenario del nacimiento del poeta, el archivo del Escritor de la Biblioteca Nacional de Chile, montó la exposición “Las Vidas del Poeta”

Memoria Chilena Fuente: http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-3638.html

Back to the index of the archive Submit your story

Neruda regresó a España como cónsul

En 1934 Pablo Neruda regresó a España en calidad de cónsul cultivando una rica amistad con la generación literaria española de 1927, cuyo máximo representante fue Federico García Lorca. Estremecido enormemente por las nefastas consecuencias de la Guerra Civil Española estallada en 1936, y que terminó con la vida de su amigo el poeta Federico García Lorca, Neruda escribió su sobrecogedora obra “España en el Corazón” en 1937. Posteriormente como Cónsul Delegado para la Inmigración Española en el gobierno de Pedro Aguirre Cerda contribuyó decididamente en dar refugio a españoles en Chile en 1939.

En 1950 aparece en México su Canto General, que en Chile fue editado clandestinamente debido a la ley maldita dictada por Gabriel González Videla. Comparado muchas veces por sus dimensiones con La Araucana de Alonso de Ercilla y Zúñiga, Canto General constituye una obra única y monumental, una creación poética y literaria de la historia e identidad latinoamericana, de la cual se desprende “Alturas de Macchu Picchu”, considerada una de las más altas cumbres de la poesía latinoamericana y universal. En 1952 publicó Los versos del capitán y en 1954 Las uvas y el viento y Odas elementales. En 1958 apareció Estravagario. Con este último y sus tres libros de Odas elementales les introdujo un nuevo giro en su poesía, incorporando un lenguaje coloquial para poetizar el mundo cotidiano, adquiriendo estatus poético objetos y elementos cotidianos. Con estas obras, la poesía de Neruda abarca un amplio espectro textual, desde una poesía que incorpora tanto la obsesión existencial de la muerte, la experimentación vanguardista, el sentido de lo absurdo, la metafísica, la indagación en lo telúrico, el canto a la geografía e historia de su país y el continente americano.

 

Back to the index of the archive Submit your story

Como mi abuelo Francisco Mencía, se convirtió en parte de esta historia y este poema

En 2015 estaba trabajando en un proyecto de visualización de datos marítimos y el recorrido de barcos cuando recordé que mi abuelo había vivido en Argentina. Sólo recientemente había encontrado una cédula -así llamaban allí a los carnets de identidad- en casa de mi madre,en su pueblo de origen que está en la provincia de Guadalajara, en España. Como hoy en día todo tipo de información se busca en internet, decidí escribir su nombre, Franciso Mencía Roy y el de la ciudad donde vivió en Argentina, Comodoro de Rivadavia. Cúal sería mi sorpresa cuando encontré su nombre y el de su hermano Cosme en la lista de pasajeros de un barco que se llamaba Winnipeg. Nunca imaginé que sus nombres pudieran aparecer en ese medio de comunicación, me quedé boquiabierta y desde ese momento mi proyecto siguió una trayectoria completamente diferente. Empecé a indagar sobre el Winnipeg, nadie en mi familia sabía que ellos había viajado en este barco. Después de la Guerra Civil en España, hubo muchos republicanos españoles que huyeron a Francia y los retuvieron en campos de concentración en el sur del país y, al parecer, mi abuelo y su hermano estuvieron en uno de estos campos. Para mí fue toda una revelación. Además descubrí que el famoso poeta Pablo Neruda, que trabajaba como cónsul oficial de inmigración, y vivía en Chile en ese momento, conmovido ante esa situación, con su amor a España y con un sentimiento solidaridad por la causa, había salvado a estos refugiados, para lo que contó con la colaboración de Pedro Aguirre Cerda, el Primer Ministro de Chile en esa época. Él fue quien organizó el buque del Winnipeg para que viajara a Valparaiso (Chile) desde Trompeloup (Francia) el 4 de agosto de 1939, con 2.200 exiliados de la Guerra Civil a los que aparentemente entrevistó y entre los cuales se encontraban mi abuelo y su hermano.

Resultaba increíble que, gracias a Pablo Neruda, mi abuelo se hubiera salvado de los campos de concentración franceses y hubiera conseguido un pasaje tan anhelado en aquel buque. Por lo que me han contado siempre tanto mi familia como el antiguo médico del pueblo, él trabajaba como enfermero y esto me hace suponer que su experiencia en esta profesión debió de ser muy útil en tan largo viaje. Intenté encontrar familiares que quizá me pudieran aportar más información, sin embargo, no obtuve ningún resultado hasta que, recientemente, descubrí que su hermano Cosme había estado casado en Chile y tenía descendientes.

Era sorprendente ver cómo no sólo la historia de mi abuelo se estaba desplegando ante mis ojos – al descubrir relatos e información sobre este importante acontecimiento histórico, que de hecho, todavía se pierde en la memoria de España, ya que no es bien conocido – sino también cómo este hecho había impactado e influido en mi propia vida.

Viajé a Buenos Aires y presenté el primer prototipo del proyecto en el festival de E-Poetry 2015, ante el asombro de la audiencia. El día de la apertura de la exposición en el Museo de la Inmigración (MUNTREF), lo que antiguamente había sido el hotel donde se alojaban los emigrantes que llegaban al puerto, tuve otra maravillosa sorpresa. El museo tenía digitalizadas todas las llegadas de pasajeros al puerto y encontré documentos que registraban la visita que mi abuela realizó para encontrarse con su marido el 12 de febrero de 1951, en el buque de Cabo de Buena Esperanza. Ella había viajado con todos sus hijos excepto con mi padre que, por ser mayor tuvo que quedarse en España para hacer el servicio militar. Mis tíos eran jóvenes, veinte años la mayor, dos chicos de dieciocho y dieciséis y la más pequeña de trece años. Esta fecha indica que la familia llevaba once largos años sin ver a mi abuelo. Cuando todo parecía volver a su cauce, mi abuelo falleció, apenas hacía dos meses del reencuentro, y mi abuela decidió regresar a España con la hija menor, mientras que los hijos mayores se quedaron para buscarse un futuro mejor. Finalmente se asentaron en Caracas (Venezuela). Años más tarde mi padre iría con mi madre a visitarlos, esta visita se alargó por siete años y allí nací yo.

Nunca pensé que le tendría que agradecer tanto al poeta de los “Veinte poemas de amor y una canción desesperada” (que yo había recomendado leer a muchos de mis alumnos cuando daba clases de español en Londres), al Pablo Neruda del “Libro de las preguntas”. Él ha contribuido a forjar, en cierto modo, mis intereses en la vida: los viajes, las culturas, los lenguajes, la literatura, el arte, el explorar y ser curiosa, el ser de otro sitio y por ello algo diferente, el ser triste y alegre a la vez, el mantenerme con los pies en el suelo, con entereza y perseverancia durante tantos años; porque veo ahora que es fruto de la herencia familiar. También tengo que añadir que a mi padre siempre le envolvió una tristeza y amargura debidas a la perdida de su padre. Cuando tenía unos once años, mi abuelo se fue a la guerra y más tarde al exilio y no volvió a verlo nunca más. A ello hay que sumar las muchas peripecias que conllevó el perder al cabeza de familia.

Se podría decir que esta historia precedente y que me ha acompañado, sin yo saberlo, es el fruto de muchos de mis proyectos y, sobre todo, de algunos muy relacionados al “Poema que cruzó el Atlántico” como son “Cityscapes: Social Poetics/Public Textualities” (“Panorámicas Urbanas: Poéticas Sociales/Textualidades Públicas”) 2005 y “Connected Memories” (“Memorias entrelazadas”) 2009. ¡Qué arraigados tenemos algunos sentimientos y qué ajenos somos a ellos!

Después del festival de E-Poetry Buenos Aires, fui a la maravillosa ciudad de Valparaiso en Chile, visité las casas de Pablo Neruda, Isla Negra, y a Santiago de Chile donde seguí investigando en archivos, centros comunitarios, galerías, haciendo videos, fotografías, hablando con gente y cuando me preguntaban que por qué había ido a Chile, les respondía que me había llevado mi abuelo. Era un sentimiento bonito que me reconfortaba y me hacía sentirme bienvenida en un país donde nunca había estado, pero que de alguna manera era parte de mi; sorprendentemente me sentía como en casa y con gratitud por la generosidad de su gente.

 

Back to the index of the archive Submit your story

El último intelectual del exilio- José Ricardo Morales

El 17 de febrero de 2016 ha muerto en Santiago de Chile el dramaturgo y ensayista José Ricardo Morales, acaso el último de los intelectuales de nuestro exilio republicano de 1939, que el 3 de noviembre del pasado año 2015 cumplió cien años. Un escritor que constituye un perfecto ejemplo de una especie actualmente en extinción: la del intelectual humanista.
Morales inició sus estudios académicos en la Universitat de València y el grupo teatral El Búho, dirigido un tiempo por Max Aub, le estrenó en 1938 su primera obra dramática, Burlilla de don Berrendo, doña Caracolines y su amante.
Durante la guerra civil Morales fue responsable del Departamento de Cultura de la FUE valenciana, miembro de la UFEH y redactor-jefe de la revista Frente Universitario, «órgano de la FUE en retaguardia». Voluntariamente incorporado en octubre de 1936 a las Milicias Antifascistas, fue comisario del Ejército Popular y el encargado de pronunciar, el 3 de noviembre de 1938 en el paraninfo de la Universitat de València, el discurso de despedida a los estudiantes de las Brigadas Internacionales. Una impecable biografía antifascista de un joven estudiante que el 18 de julio de 1936 se hallaba en Barcelona para participar como nadador en la Olimpiada Popular y que en febrero de 1939 atravesó la frontera francesa por La Jonquera para ser internado en la playa de Saint-Cyprien.
Morales fue uno de los pasajeros del Winnipeg, el buque organizado por Pablo Neruda, y el 4 de septiembre de 1939 desembarcó en el puerto chileno de Valparaíso. Allá pudo ejercer como catedrático de Historia del Arte en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile. Y por ello reiteró en numerosas ocasiones su deuda de gratitud con su país de acogida, a cuyo desarrollo cultural contribuyó con iniciativas tan valiosas como, entre otras, la creación junto a Pedro de la Barra del Teatro Experimental de Chile, luego Teatro Nacional Chileno; la dirección de dos colecciones en la editorial Cruz del Sur „en donde publicó en 1943 una valiosa antología de Poetas en el destierro„; su magisterio universitario; su pertenencia a la Academia Chilena de la Lengua „ha sido el primer exiliado republicano español que fue elegido miembro de una Academia americana„; sus cuarenta y dos obras de teatro y sus numerosos ensayos.
Morales encarna la tragedia del desarraigo, característica de nuestro exilio republicano, y es una víctima más de la injusticia que suele acompañar a tal condición: el silencio y el olvido, tanto en Chile como en España, de su obra literaria. Sin embargo, la edición de sus Obras completas en dos volúmenes (teatro y ensayos) por parte de la Institució Alfons el Magnànim de Valencia, vino a reparar en parte esa injusticia al poner a disposición del lector interesado la obra literaria de un humanista ejemplar cuyas reflexiones nos alertan sobre algunos de los peligros que acechan a la tecnolatría actual en una sociedad como la nuestra en donde impera el neoliberalismo capitalista más salvaje y en donde los nuevos dioses son hoy el capital financiero y los mercados.
El joven dramaturgo tuvo la inmensa fortuna de que nada menos que Margarita Xirgu le estrenase el 11 de mayo de 1944 en el Teatro Municipal de Santiago de Chile su obra El embustero en su enredo. Esta confianza de la actriz exiliada en el talento del joven dramaturgo se reafirmó al encargarle años después las versiones escénicas de La Celestina y de Don Gil de las calzas verdes, de Tirso de Molina.
Precursor del llamado «teatro del absurdo», aunque el autor siempre matizó que su teatro no era teatro del absurdo sino que quería denunciar el absurdo del mundo, Morales representa con absoluta propiedad el drama del dramaturgo republicano español exiliado desde 1939, desterrado de su escena y público naturales. Ciertamente, en nuestra actual sociedad democrática y salvo muy escasas excepciones, el público español no ha podido ser espectador de su obra dramática. Sin embargo, no creo que la obra dramática de Morales, víctima del destierro, padezca también del destiempo, porque, a mi modo de ver, mantiene hoy plena vigencia y sentido. Por ello, la dramaturgia de Morales está exigiendo aún ese encuentro auténtico que significa la verdadera prueba de fuego de todo teatro: su estreno ante el público español de hoy.
Y, en este sentido, no cabe duda de que el estreno en abril y mayo de 2014 en el Teatro María Guerrero de Madrid por el Centro Dramático Nacional de cuatro obras suyas en un acto (La corrupción al alcance de todos, Las horas contadas, Sobre algunas especies en vías de extinción y Oficio de tinieblas) salvó parcialmente en vida a Morales, a los noventa y nueve años, de lo que él mismo llamaba su condena «a la postumidad».
Sin embargo, Valencia, el Centro Dramático de la Generalitat Valenciana, sigue teniendo una deuda pendiente con José Ricardo Morales. Porque, si bien fue un acierto que el nuevo gobierno valenciano le concediera el 9 de octubre del pasado año 2015 el título de «Embajador de la Comunitat Valenciana», el teatro de Morales sigue siendo un perfecto desconocido para el público valenciano. Y el mejor homenaje que Valencia puede rendir a la memoria de Morales no cabe duda de que consiste en estrenarlo. Y ya se sabe que hoy es siempre todavía.Manuel Aznar Soler 24.02.2016 | 04:15 en http://www.levante-emv.com/cultura/2016/02/24/ultimo-intelectual-exilio/1383268.html

Back to the index of the archive Submit your story

Winnipeg:el barco de la esperanza

Notas del reportaje del Winnipeg de Jorge bravo y Domingo Espinosa. Exilio republicano espanõl en Chile, el premio novel lo definió como el más grande de sus poemas y Neruda lo define como el mejor de sus poemas. Julio Gálvez Barraza- escritor habla en este reportaje. Nos cuenta una anécdota: el barco tuvieron que retenerlo en Francia por una semana sin salir para hace runa película de emigrantes franceses. Neruda lo costeo, buscó los recursos con ayuda de argentinos y uruguayos.

1937- Neruda publica ‘España en el corazón’ denuncia los horrores de la guerra civil y el avance fascista. En plena guerra sacó una edición numerada (500 ejemplares) de un libro hecho con las páginas con la pulpa del nilo de las camisas de los milicianos abatidos defendiendo la república.

Huida desesperada y caótica. Pasaron por la punta de los Pirineos que no había nada. Los campamentos eran peores que los campamentos alemanes, estaban a la intemperie, morían 500 o 1000 cada día de diarrea, disentería y sabían que volver a España también  significaba la muerte, el fusilamiento. El sufrimiento de los refugiados levantó una ola de solidaridad para rescatarlos y así Neruda recaudó los fondos. ‘Pisar, la primera escalera del Winnipeg daba una sensación del camino a la libertad’.(Victor Pei)

Agnes América Winnipeg Alonso Bollano nació al bordo del Winnipeg.

El Winnipeg era un vapor de cuatro palos, utilizado para carga un  máximo de 100 pasajeros y por eso habilitaron las bodegas como dormitorios.

Valparaiso imagen hermosa de casas de distintos colores, como 500 se quedaron en Valparaiso y el resto fueron a Santiago, 600 fueron en el
transalpino que iba a Buenos Aires. la idea era poblar los campos. Gálvez calcula que fueron más de 5000 los refugiados que se instalaron en Chile, en el Winnipeg y  después del Winnipeg y dice que la selección fue muy buena porque se integraron y contribuyeron en el pais y nadie ha hecho alarde del aporte de los españoles en Chile. Pei dice que encontraron trabajo en pocos días. Aun hoy el canciller se inspira en esta historia  para confirmar que están recibiendo a refugiados de Siria y dice que siguen honrando la memoria de Neruda.

Back to the index of the archive Submit your story

campos de concentración

‘Los campos de concentración en Francia europea fueron varios: Le perthus, Prats de Molló, Argelés sur Mer, Agde, Saint Cyprien, Tour de Carol, Mont Louis, Amélie-les-Bains, Arles sur Tech, Vernet-les Bains, Gurs, Barcarés, Septfonts, Bram, Mazéres… Hubo otros en suelo argelino y marroquí.’ Ferrer Mir p.35

Back to the index of the archive Submit your story