Bosquejos de tango y esperanza: José Balmes, memorias

“Lo primero que pedimos fue el mapa, ¿me entiendes tú? a ver exactamente en dónde estaba situado, exactamente, teníamos naciones pero no precisiones, ¿me entiendes? A ver, esto está un poco más arriba, un poco más abajo. Eso fue lo primero que hice yo. Yo creo que lo más, lo más fuerte que había, es que se hacían muchas preguntas, ¿no? era una especie de urgencia de partir, de partir, de partir…La verdad, como alguien ha descrito es que fue ‘el barco de la esperanza’. Yo diría que aunque parezca como letra de tango, ¿entiendes tú?, tú tienes una necesidad muy fuerte que te quieran, yo creo que eso, ¿te fijás? Yo sentí…y supimos de Neruda…que ahí había un acto extraordinario de amor de.. que es muy profundo, uno se sintió inmediatamente muy tocado por eso, ¿te fijaste?”.

José Balmes, pintor (1927-2016) (Entrevista)

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El pintor José Balmes

El pintor José Balmes (1927-2016) recuerda: «Toda la bahía estaba iluminada, casi nadie se movió de cubierta hasta el amanecer. Había sol de primavera ese 4 de septiembre. En tierra rostros y manos nos decían su amistad, su bienvenida.

Después de mucho tiempo sabíamos nuevamente el significado de un abrazo (…) El tren nos llevó pronto a Santiago y, al paso lento por las estaciones, gentes que no conocíamos nos entregaban rosas y claveles. Al anochecer miles de hombres y mujeres nos esperaban en la estación Mapocho en medio de una multitud de cantos y banderas. Un tiempo después esta tierra también sería ya la mía para siempre».

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José Balmes, painter

José Balmes, painter, remembers : “The whole bay was illuminated; no one moved before dawn. It was the 4th of September, yet the sun gave it an air of spring. On shore, hands and faces were demonstrating their friendship and bidding us welcome.

It took us a while to recall the meaning of a hug. (…) The train swiftly took us to Santiago and, whenever we slowed down to pass through the stations, strangers would give us roses and carnations. In the evening, thousands of men and women were waiting at the Estación Mapocho to welcome us with songs and banners. Later, this land would become mine too, for the rest of my life.”

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Le peintre José Balmes

Le peintre José Balmes (1927-2016) se souvient : « Toute la baie était inondée de lumière ; presque personne n’a bougé du pont avant l’aube. En ce 4 septembre, le soleil avait un air de printemps. À terre, les mains et les visages nous témoignaient leur amitié, nous souhaitaient la bienvenue.

Il nous fallut du temps pour nous souvenir de la signification d’une accolade. (…) Le train nous conduisit rapidement à Santiago et, lorsque nous ralentissions pour traverser les gares, des inconnus nous offraient des roses et des œillets. Le soir venu, des milliers d’hommes et de femmes attendaient à la gare Mapocho pour nous accueillir avec une multitude de banderoles et de chansons. Plus tard, cette terre deviendrait mienne pour le restant de mes jours. »

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