Neruda regresó a España como cónsul

En 1934 Pablo Neruda regresó a España en calidad de cónsul cultivando una rica amistad con la generación literaria española de 1927, cuyo máximo representante fue Federico García Lorca. Estremecido enormemente por las nefastas consecuencias de la Guerra Civil Española estallada en 1936, y que terminó con la vida de su amigo el poeta Federico García Lorca, Neruda escribió su sobrecogedora obra “España en el Corazón” en 1937. Posteriormente como Cónsul Delegado para la Inmigración Española en el gobierno de Pedro Aguirre Cerda contribuyó decididamente en dar refugio a españoles en Chile en 1939.

En 1950 aparece en México su Canto General, que en Chile fue editado clandestinamente debido a la ley maldita dictada por Gabriel González Videla. Comparado muchas veces por sus dimensiones con La Araucana de Alonso de Ercilla y Zúñiga, Canto General constituye una obra única y monumental, una creación poética y literaria de la historia e identidad latinoamericana, de la cual se desprende “Alturas de Macchu Picchu”, considerada una de las más altas cumbres de la poesía latinoamericana y universal. En 1952 publicó Los versos del capitán y en 1954 Las uvas y el viento y Odas elementales. En 1958 apareció Estravagario. Con este último y sus tres libros de Odas elementales les introdujo un nuevo giro en su poesía, incorporando un lenguaje coloquial para poetizar el mundo cotidiano, adquiriendo estatus poético objetos y elementos cotidianos. Con estas obras, la poesía de Neruda abarca un amplio espectro textual, desde una poesía que incorpora tanto la obsesión existencial de la muerte, la experimentación vanguardista, el sentido de lo absurdo, la metafísica, la indagación en lo telúrico, el canto a la geografía e historia de su país y el continente americano.

 

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