“Y una mañana todo estaba ardiendo
y una mañana las hogueras
salían de la tierra
devorando seres (…)
venían por el cielo a matar niños,
y por las calles la sangre de los niños
corría simplemente, como sangre de niños (…)
Venid a ver la sangre por las calles,
Venid a ver
la sangre por las calles,
Venid a ver la sangre
por las calles!……” Neruda