Raíces de una tierra

“Aquí hubo que hacerlo todo nuevo. Uno llega a un país donde no conoce a nadie y cuesta mucho afincarse, hacer raíces es lo…muy dificil…ahora después uno las va descubriendo…yo las descubrí, las raíces, al leer un libro de un argentino, Juan Bautista Alberdi que tiene un monumento en Valparaiso en donde el hombre dice:

“La tierra es tierra en todas partes, patria es la libertad” Entonces me pareció que eso era lo verdadero, y ahí empecé a buscar…como vivía libre, era mi tierra”.
Modesto Parera, escritor (1910-2003) (Entrevista)

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Los claroscuros de un viaje: Memorias Winnipeg, Víctor Pey

“El viaje se hizo al principio con las luces apagadas porque el barco pasaba frente a las costas de España, estaba la marina de guerra de Franco y pensamos que podía tomar alguna reacción en contra del Winnipeg, felizmente no pasó nada. El barco tocó en un puerto francés en Guadalupe para reabastecerse de combustible y de alimentos. Estuvo un día nada más, de ahí salimos hasta Colón el puerto panameño, llegamos a Valparaíso en la noche y como ya era tarde, las autoridades impusieron que el desembarque se efectuase el día siguiente, de manera que estuvimos la noche ¿no? porque estábamos ahí. Además se veían todas las lucecitas esas de los cerros que era una espectáculo precioso, muy bonito. Y al día siguiente en la mañana desembarcamos. Había tareas de identificación y de vacunación, nos vacunaron y nos embarcamos en un tren especial que había ahí…la gente, el pueblo, los campesinos, en fin, sabían que íbamos en ese tren y salieron a nuestro encuentro y nos encontraron y nos saludaban con banderas, en fin de manera que fue un espectáculo muy grato, muy grato…llegamos a la estación Mapocho debe haber sido a eso de las seis de la tarde una cosa así, el mes de septiembre, la estación estaba llena de gente, estaba atestada de gente que iba recibirnos, ahí nos distribuyeron en distintas pensiones y bueno ahí se empezó nuestra vida del exilio en Chile…”

Víctor Pey, ingeniero (1915-) (Entrevista)

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José Llagaría Jiménez y su hijo Fernando Llagaria Vazquez

José Llagaría Jiménez, padre de Fernando Llagaria Vazquez. Fernando vive en Andaya, Valencia y nació en Linares, Chile 1957. Ha vivido como un testigo privilegiado de los momentos más intensos de nuestra historia contemporánea en Chile y en España. Aquí hay unos extractos del testimonio de sus recuerdos recolectados de la revista de la casa Chile en Valencia (España), titulada “Copihue Rojo”. En Chile era “el gringito” y aquí en España, soy para mis amigos “el chileno”. Siento que tanto allí como aquí me lo dicen con todo afecto, ellos saben que soy el fruto de uno de esos miles de españoles que sufrieron el exilio para escapar de la dictadura de Franco y luego de la de Pinochet, que hicieron del mundo su patria y que fueron de aquí para allá buscando un rinconcito donde salvar la vida, alejado de tanto canalla con inmenso poder.
Somos los hijos del Winnipeg; “El barco de la esperanza” que llevó a más de dos mil refugiados a Chile…. Nunca te olvides de donde están tus raíces. Nací en Linares y allí viví diecisiete años…. Viajamos a España con la consideración de repatriados. … Fue un viaje lleno de contradicciones emocionales. Dejaba atrás a mis mejores amigos, Los Tapia y los Bahamondes, ellos nos fueron a despedir a la estación del tren. Allí dimos rienda suelta a nuestras emociones y entre muchos llantos y abrazos nos dijimos adiós, con un inmenso nudo en la garganta, sin poder ponerle palabras al momento, porque lo había prohibido la autoridad. Fueron momentos de gran ansiedad. Ignorábamos cómo nos iba a tratar el destino y ni siquiera teníamos la seguridad de que podríamos salir del país (Chile). Por fin a las 11 de la mañana de un 3 de septiembre partimos. Nunca imaginé que viviría en carne propia una experiencia similar a la que trajo a mi padre hasta Chile. De la misma manera que 35 años antes, mi padre se embarcaba en el puerto de Valparaíso para repetir esa travesía, pero a la inversa. Las coincidencias no podían ser mas macabras: la misma represión, la misma derrota, el mismo muelle, el mismo mes y el mismo día 4 de septiembre. Desde la otra orilla del planeta, desde el otro hemisferio de la historia. La vida es como un espejo; te sonríe si la miras sonriendo.

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Historia de los pasajeros del Winnipeg. Mesa redonda: Ovidio Oltra.4_ llegada a Valparaiso

El mar se movía bastante. Cuando llegamos a Arica, prácticamente todo se había, de nuevo, calmado. Entrábamos en Chile con un mar calmo, como dice su himno. Ya entrando a Arica, subieron las autoridades, subieron los oficiales de policía internacional, subieron los médicos, empezaron a vacunar, empezó la gente a distraerse y empezó a mirar hacia la costa y aunque no se veía nada, porque la costa sólo un muro, la costa de Chile, entre Valparaíso y Arica es como un muro, nada más, no hay un árbol, casi no se ven ciudades.
Llegamos a Valparaíso en una noche estrellada, que nos llenó de una impresión imponderable. Ver la bahía toda rodeada de multicolores luces. Esa es la impresión que muchos guardaremos siempre. Yo me quedé, como otros muchos, hasta muy tarde, mirando. No habíamos pisado terreno firme desde Burdeos y aquello iba a ser nuestro terreno firme. La impresión esa se grabó para siempre. Cuando me fui a dormir ya era tarde, no pude casi dormir. Al día siguiente, temprano, empecé a oír por todos los pasillos, la gente arrancando con sus maletas, sus valijas y armando un lío fenomenal, entonces también me tuve que levantar y llegar a cubierta. Ahí, abajo, había una multitud enorme esperando que se diera la orden de bajar. Ese es un recuerdo que realmente no se olvidará jamás.(Historia de los pasajeros del Winnipeg. Mesa redonda: Ovidio Oltra.4)

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Winnipeg:el barco de la esperanza

Notas del reportaje del Winnipeg de Jorge bravo y Domingo Espinosa. Exilio republicano espanõl en Chile, el premio novel lo definió como el más grande de sus poemas y Neruda lo define como el mejor de sus poemas. Julio Gálvez Barraza- escritor habla en este reportaje. Nos cuenta una anécdota: el barco tuvieron que retenerlo en Francia por una semana sin salir para hace runa película de emigrantes franceses. Neruda lo costeo, buscó los recursos con ayuda de argentinos y uruguayos.

1937- Neruda publica ‘España en el corazón’ denuncia los horrores de la guerra civil y el avance fascista. En plena guerra sacó una edición numerada (500 ejemplares) de un libro hecho con las páginas con la pulpa del nilo de las camisas de los milicianos abatidos defendiendo la república.

Huida desesperada y caótica. Pasaron por la punta de los Pirineos que no había nada. Los campamentos eran peores que los campamentos alemanes, estaban a la intemperie, morían 500 o 1000 cada día de diarrea, disentería y sabían que volver a España también  significaba la muerte, el fusilamiento. El sufrimiento de los refugiados levantó una ola de solidaridad para rescatarlos y así Neruda recaudó los fondos. ‘Pisar, la primera escalera del Winnipeg daba una sensación del camino a la libertad’.(Victor Pei)

Agnes América Winnipeg Alonso Bollano nació al bordo del Winnipeg.

El Winnipeg era un vapor de cuatro palos, utilizado para carga un  máximo de 100 pasajeros y por eso habilitaron las bodegas como dormitorios.

Valparaiso imagen hermosa de casas de distintos colores, como 500 se quedaron en Valparaiso y el resto fueron a Santiago, 600 fueron en el
transalpino que iba a Buenos Aires. la idea era poblar los campos. Gálvez calcula que fueron más de 5000 los refugiados que se instalaron en Chile, en el Winnipeg y  después del Winnipeg y dice que la selección fue muy buena porque se integraron y contribuyeron en el pais y nadie ha hecho alarde del aporte de los españoles en Chile. Pei dice que encontraron trabajo en pocos días. Aun hoy el canciller se inspira en esta historia  para confirmar que están recibiendo a refugiados de Siria y dice que siguen honrando la memoria de Neruda.

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