En 2015 estaba trabajando en un proyecto de visualización de datos marítimos y el recorrido de barcos, que se puede ver en este enlace: http://lumacode.com/projects/gttw/ y tenía la intención de crear una visualización poética similar del puerto de Buenos Aires, cuando recordé que mi abuelo había vivido en Argentina. Sólo recientemente había encontrado una cédula -así llamaban allí a los carnets de identidad- en casa de mi madre,en su pueblo de origen que está en la provincia de Guadalajara, en España.
Como hoy en día todo tipo de información se busca en internet, decidí escribir su nombre, Franciso Mencía Roy y el de la ciudad donde vivió en Argentina, Comodoro de Rivadavia. Cúal sería mi sorpresa cuando encontré su nombre y el de su hermano Cosme en la lista de pasajeros de un barco que se llamaba Winnipeg. Nunca imaginé que sus nombres pudieran aparecer en ese medio de comunicación, me quedé boquiabierta y desde ese momento mi proyecto siguió una trayectoria completamente diferente. Era mucha la curiosidad para no seguir investigando y explorando las posibilidades de poder realizar un trabajo artístico, basado en un relato tan personal y tan intimo, además de histórico, para presentarlo en el Festival de E-Poetry (Poesía electrónica) en Buenos Aires, Argentina.
(Pueden leer el poema de Neruda “Misión de Amor” en su libro Memorial de Isla Negra, donde explica cómo los embarcó, iba llamándoles y se presentaban indicando sus distintas profesiones. Además, los compara a semillas que él está esparciendo en el mar y van dirigidas a la paz.)
Se dice que cuando el barco estaba a punto de partir, Pablo Neruda estaba tan conmocionado por el clima emocional creado en el puerto que escribió: “Que la crítica borre toda mi poesía, si le parece. Pero este poema, que hoy recuerdo, no podrá borrarlo nadie”.
Resultaba increíble que, gracias a Pablo Neruda, mi abuelo se hubiera salvado de los campos de concentración franceses y hubiera conseguido un pasaje tan anhelado en aquel buque. Por lo que me han contado siempre tanto mi familia como el antiguo médico del pueblo, él trabajaba como enfermero y esto me hace suponer que su experiencia en esta profesión debió de ser muy útil en tan largo viaje. Intenté encontrar familiares que quizá me pudieran aportar más información, sin embargo, no obtuve ningún resultado hasta que, recientemente, descubrí que su hermano Cosme había estado casado en Chile y tenía descendientes. Desafortunadamente este descubrimiento fue después de que yo hubiera estado en Chile y todavía no he establecido ningún contacto con ellos.
Ante todo ello, el proyecto que había iniciado como exploración de visualizaciones de datos marítimos y el uso de aplicaciones móviles, se convirtió en una investigación sobre acontecimientos históricos de la Guerra Civil Española y de la Memoria Histórica, incluyendo la Memoria Española y Chilena. Encontré libros, exposiciones sobre el Winnipeg, sus pasajeros, sus vidas, familias y un enlace imprescindible al archivo de La Memoria Chilena y a dos grupos de Facebook. Era sorprendente ver cómo no sólo la historia de mi abuelo se estaba desplegando ante mis ojos - al descubrir relatos e información sobre este importante acontecimiento histórico, que de hecho, todavía se pierde en la memoria de España, ya que no es bien conocido - sino también cómo este hecho había impactado e influido en mi propia vida.
Como consecuencia, y con la intención de crear mi proyecto de visualización poética, contacté bibliotecas para ver si el trayecto del Winnipeg estaba digitalizado. Este registro de fechas del barco con las coordinadas de longitud y latitud me hubiera ayudado a crear una visualización de la ruta. Desafortunadamente estos datos nos los encontré digitalizados pero sí un mapa en el archivo de La Memoria Chilena con la ruta de Trompeloup a Valparaiso, que ahora se ha convertido en parte de este proyecto con los nombres de los pasajeros apareciendo como en una cadena de texto delineando la ruta del Winnipeg.
Viajé a Buenos Aires y presenté el primer prototipo del proyecto en el festival de E-Poetry 2015, ante el asombro de la audiencia. El día de la apertura de la exposición en el Museo de la Inmigración (MUNTREF), lo que antiguamente había sido el hotel donde se alojaban los emigrantes que llegaban al puerto, tuve otra maravillosa sorpresa. El museo tenía digitalizadas todas las llegadas de pasajeros al puerto y encontré documentos que registraban la visita que mi abuela realizó para encontrarse con su marido el 12 de febrero de 1951, en el buque de Cabo de Buena Esperanza. Ella había viajado con todos sus hijos excepto con mi padre que, por ser mayor tuvo que quedarse en España para hacer el servicio militar. Mis tíos eran jóvenes, veinte años la mayor, dos chicos de dieciocho y dieciséis y la más pequeña de trece años. Esta fecha indica que la familia llevaba once largos años sin ver a mi abuelo. Cuando todo parecía volver a su cauce, mi abuelo falleció, apenas hacía dos meses del reencuentro, y mi abuela decidió regresar a España con la hija menor, mientras que los hijos mayores se quedaron para buscarse un futuro mejor. Finalmente se asentaron en Caracas (Venezuela). Años más tarde mi padre iría con mi madre a visitarlos, esta visita se alargó por siete años y allí nací yo.
Nunca pensé que le tendría que agradecer tanto al poeta de los “Veinte poemas de amor y una canción desesperada” (que yo había recomendado leer a muchos de mis alumnos cuando daba clases de español en Londres), al Pablo Neruda del “Libro de las preguntas”. Él ha contribuido a forjar, en cierto modo, mis intereses en la vida: los viajes, las culturas, los lenguajes, la literatura, el arte, el explorar y ser curiosa, el ser de otro sitio y por ello algo diferente, el ser triste y alegre a la vez, el mantenerme con los pies en el suelo, con entereza y perseverancia durante tantos años; porque veo ahora que es fruto de la herencia familiar. También tengo que añadir que a mi padre siempre le envolvió una tristeza y amargura debidas a la perdida de su padre. Cuando tenía unos once años, mi abuelo se fue a la guerra y más tarde al exilio y no volvió a verlo nunca más. A ello hay que sumar las muchas peripecias que conllevó el perder al cabeza de familia.
Se podría decir que esta historia precedente y que me ha acompañado, sin yo saberlo, es el fruto de muchos de mis proyectos y, sobre todo, de algunos muy relacionados al "Poema que cruzó el Atlántico" como son "Cityscapes: Social Poetics/Public Textualities" ("Panorámicas Urbanas: Poéticas Sociales/Textualidades Públicas") 2005 y "Connected Memories" ("Memorias entrelazadas") 2009. ¡Qué arraigados tenemos algunos sentimientos y qué ajenos somos a ellos!
Después del festival de E-Poetry Buenos Aires, fui a la maravillosa ciudad de Valparaiso en Chile, visité las casas de Pablo Neruda, Isla Negra, y a Santiago de Chile donde seguí investigando en archivos, centros comunitarios, galerías, haciendo videos, fotografías, hablando con gente y cuando me preguntaban que por qué había ido a Chile, les respondía que me había llevado mi abuelo. Era un sentimiento bonito que me reconfortaba y me hacía sentirme bienvenida en un país donde nunca había estado, pero que de alguna manera era parte de mi; sorprendentemente me sentía como en casa y con gratitud por la generosidad de su gente.
Finalmente, ahora hemos creado esta website que invita al lector, a los descendientes de los pasajeros y todo aquel interesado en este acontecimiento histórico a que añadan sus relatos para que éstos se conviertan en el material que crea la visualización poética del viaje del Winnipeg, o a lo que he titulado: “El Poema que cruzó el Atlántico”. Creo que vi este título en alguna de las lecturas y me gustó la idea de que el barco con sus muchas historias fuera el poema. Estos relatos entrelazados de los pasajeros y familiares, que llevó esta nave de carga, con sus sentimientos, esperanzas y despedidas que a raíz de este viaje se encuentran ahora representados en el mar del ‘World Wide Web’, junto con poemas de Pablo Neruda e información relevante.
Un poema creado por amor a un abuelo que nunca conocí, y a mi padre que desde los once años nunca volvió a ver a su padre. Y a todos aquellos que se encuentran actualmente en situaciones similares de dificultades, desplazamientos, perdidos y en el exilio.
Mi familia paterna viene de España, llego en el Winnipeg.
Mi familia paterna viene de España, llego en el Winnipeg.
My father’s family are originally from Spain, they arrived in the Winnipeg.
La famille de mon père est originaire d’Espagne. Ils sont arrivés sur le Winnipeg.
Resultaba increíble que gracias a Pablo Neruda, su abuelo se hubiera salvado de los campos de concentración franceses y hubiera conseguido un pasaje tan anhelado en aquel buque. Por lo que he leído siempre tanto mi familia como el antiguo médico del pueblo, él trabajaba como enfermero y esto hace superar su experiencia en esta profesión debió de ser muy útil en tan largo viaje. Intenté encontrar familiares que quizá me pudieran aportar más información, sin embargo.
“Rosario Miranda comentó sobre la lista de Miguel Millan en facebook: WINNIPEG EL BARCO DE LA ESPERANZA. Señor Millán…una vez más, …esta es la lista incompleta de los pasajeros del Winnipeg, del primer libro que editó Jaime Ferrer, faltamos muchos, sólo de mi familia diez personas, mi madre y los nueve hijos” Rosario Miranda, 12:52pm Oct 6
Enhorabuena, María, no sabes cuánto siento no poder asistir a tus presentaciones de junio del 2018. Acabo de volver de Madrid y estoy en Boston.
Es estupendo el trabajo que estás haciendo y tu Blog es fantástico.
Solo una objeción, que es la lista de pasajeros del Winnipeg que has colgado y que ha causado enorme turbulencia. La publicó originalmente Jaime Ferrer con mucho mérito, con los escasos documentos de los cuales se tenía conocimiento entonces, por lo que, inevitablemente, contiene muchas omisiones, errores en los nombres y hasta lista personas que no fueron pasajeros. Como no ha habido otra, esa lista preliminar y por fuerza defectuosa se ha reproducido, publicado en numerosos sitios y por distintos medios, consultado y distribuido extensamente como si fuera “oficial” que no lo es ni mucho menos.
Desde hace años, muchos pasajeros, yo incluida, y muchos descendientes de pasajeros, hemos hecho notar que la lista es incompleta y que hay muchos errores, pero las entidades que la publican ni la han modificado ni han añadido una explicación que no es completa y contiene errores. Ni que decir tiene, dicha lista ha causado mucha desesperación y hasta indignación a muchos de los pasajeros omitidos y a sus descendientes. Como dato curioso, dicha lista también parece omitir a más mujeres que a hombres. Por ejemplo, incluye el padre de Montserrat Julió, la gran actriz, pero no a ella ni a su madre. Igualmente, incluye a mi padre, pero no a mi madre ni a mí. Y eso que tanto Montserrat como yo estamos en la foto de “los niños del Winnipeg” que se tomó en el barco y se ha publicado por diversos medios, y pese a que ambas aparecemos en numerosos documentos y libros y artículos, entre otros de mi padre, donde se menciona que éramos pasajeras del Winnipeg.
Dicha lista no solo ha causado daños emotivos, si no también reales. Por ejemplo, mis hijos solicitaron nacionalidad española a base de la Ley de la Memoria, pero dos Consulados de España, dispuestos a no otorgársela, alegaron que yo no estoy en la lista de pasajeros y por lo tanto no había llegado en el Winnipeg, ni fui refugiada, y rechazaron sus solicitudes. No aceptaron la gran evidencia que presentaron que indica lo contrario. Por si fuera poco, un señor publicó dicha lista en Facebook con el título: “Esta es la lista completa de los pasajeros del Winnipeg.”
Este es uno de los muchos comentarios:
“Rosario Miranda commented on Miguel Millan’s post in WINNIPEG EL BARCO DE LA ESPERANZA.
Rosario Miranda
Rosario Miranda 12:52pm Oct 6
Señor Millán…una vez más,,, …esta es la lista incompleta de los pasajeros del Winnipeg, del primer libro que editó Jaime Ferrer, faltamos muchos.,,,..sólo de mi familia diez personas…mi madre y los nueve hijos…”
Tengo entendido que se está preparando una lista basada en documentos fidedignos. Hasta que se dé a conocer, convendría que la lista de Jaime Ferrer se reproduzca solo si va con una explicación de que estuvo hecha en una época en que no había documentación fidedigna disponible para verificar los verdaderos pasajeros, y contiene omisiones y errores.
Por lo demás, este “site” es muy hermoso. Muy buena suerte con tu estupendo proyecto,
Elena Castedo
Autora de la novela sobre una niña de la Guerra Civil refugiada en Chile, “Paradise,” Grove Press, 1995, Finalista del National Book Award en Estados Unidos, y de la auto-traducción al castellano, “El paraíso,” Ediciones B, Barcelona; Club de Lectores, España; Editorial Zig-Zag, Chile; Editorial Tiempos Modernos, Buenos Aires; Editorial Planeta, México y otras ediciones.
Exiliada – Raquel Valero
Siento que todos y todas las que escribimos por aquí, tenemos, de alguna manera, un pasado o unas raíces comunes. Esas raíces y ese pasado que sólo desde este nuevo siglo, empiezo a buscar. Una de las cosas para mí, importantísima, fue volver a Chile en el 2003. Y me pregunto ¿de dónde soy exiliada, yo? Por lo visto, se supone, que al nacer en España, sería de España, pero mi dolor y mi añoranza, durante años, fue de Chile. Hoy en día, estoy más adaptada aquí, sobretodo en Valencia, que era donde mi familia quería volver y la tierra que añoraba, pero nunca sé de dónde soy. Quizá como dice Sylvia, medio santiaguina, medio valenciana. Aunque siempre digo que yo soy una chileno-valenciana, porque para mí, España la siento más lejana, quizá por cuestiones políticas y esa bandera que no conocía, ni reconozco…
Miguel y José Ballester Soriano. Casaron con dos hermanas Juana Hilda Laferte Chávez y Luz Marina Lafertt Chávez (un error tipográfico en el 1º apellido que pasó a los hijos).
Mi tía Marina y su hija mayor vinieron a España a principios de la década de los 60, a conocer a los padres de mis tíos y al resto de la familia.
Ellos eran 5 hermanos, dos se exiliaron, 2 murieron y el que quedaba vivo, cuando murieron sus padres, los hermanos le pagaron el viaje a Chile para verse. En el viaje conoció a Nino Bravo, yo creo que cuando vino habló mas de eso que de sus hermanos y sobrinos.
Hace unos tres años que supe que ellos viajaron en el Winnipeg (me puse en contacto con Jaime Cardona Jasenwirth y me dio muchos datos de mis tíos, hoy se ha puesto en contacto conmigo Ana Calero San Martín, ambos descendiente de pasajeros del Winnipeg), sin embargo si oí el nombre de Pablo Neruda en mi casa. Ellos eran primos hermanos de mi madre, pero la relación con sus padres siempre fue muy cercana. Su madre y mi abuela eran hermanas pero a pesar de que tenían dos hermanos mas, mi tía-abuela siempre se apoyó en mi abuela, subía las cartas que mandaban para que mi hermana se las leyera y las contestara.
Mandaban fotos todos los años, yo no las recuerdo ya que era muy niña, y al parecer mi madre y su hermano también les mandaron fotos de nosotros, ya que cuando mi tío José vino de todos los primos que tenían solo reconoció a mi madre y a su hermano.
Mi tío José y su esposa vivieron dos años aquí, ya que tocó salir de Chile a Alemania del este, con la dictadura de Pinochet, pero sus hijos, hermanos y sobrinos quedaron en Chile, entonces un amigo le consiguió trabajo en Venezuela y marcharon para allá, él dijo: “allí estamos a menos de mitad de camino”.
En 1984 murió mi tío Miguel, el tio José escribió para decirlo, lo que no recuerdo es si él ya había regresado a Chile. En 1997 murió mi tío José. La comunicación con nuestra rama de la familia se cortó, pero se que con sus primos hermanos mantienen el contacto.
Ahora que he podido ver las fotos de mi tío José de cuando hacía todo el papeleo para quedarse en Chile, he comprendido porque el hermano de mi madre lo reconoció cuando lo vio pasar en el coche que lo trajo al pueblo, se parece mucho a su hermano Rafael que es el que murió aquí.
Mi tía-abuela, su madre, siempre le oí decir: de 5 hijos, 4 se me han muerto, a lo que mi abuela le respondía: “Elvira no digas eso, ellos y tú tienen una familia al otro lado del mundo”. SI PERO NUNCA LOS VOLVERÉ A ABRAZAR.
Esto es lo poco que recuerdo o lo que escuché contar a mi madre, no estoy segura, de cuando mi tío vivió en España en los 70, si los recuerdo.
De buscar trabajo, nada. En Chile habían llegado poco después de nuestro arribo, las vacaciones del verano austral, que casi se me juntaron con las del verano europeo, y, si algo había trabajado, al tiempo que estudiaba, en la zapatería de la familia, con la actividad política, la guerra, el exilio en París y ahora estos dos veranos casi seguidos, mis manos desconocían los callos y durezas que suelen ocasionar las habituales herramientas de trabajo. Sin embargo, las pesadillas de los bombardeos, de las ametralladoras, de las pavas italianas en Barcelona, todavía me venían de pronto en la noche y me despertaba sobresaltado si un avión de caza me perseguía ametrallándome o una explosión de bomba me caía muy cerca. Ya habían pasado seis meses de nuestra llegada a Chile y aún no dormía tranquilo.
Pasó el verano y con Miguelito seguíamos haciendo vida de rentistas, junto a sus padres. Sería por Abril o Mayo (ya llevaba mas de siete meses holgazaneando y ni caía Franco ni Miguel compraba ningún negocio), cuando le dije con delicadeza al matrimonio que pensaba en empezar a buscar algún trabajo; yo, leyendo los avisos de los diarios de ofrecimientos de empleos, los repasaba una y otra vez, desde el principio al final, y me decía: No se nada de ninguno de todos ellos. Porque todos podían saber algo de algo; pero yo no sabía nada de nada, a mis veintiséis años.
Por fin, hablando con Miguel padre me dijo que había un amigo valenciano y republicano que tenía una tienda de calzados. Eramos tres vendedores. Dos chilenos que me acogieron muy bien y yo mismo. Se seguía un turno estricto de atención a los que entraban a comprar, a menos que el cliente o clienta pidiera ser atendido por un vendedor determinado que ya conocía. Pero no me podía quejar. Nos visitaba por las tardes algunas veces el Dr. Francisco Arenzana, pediatra, refugiado republicano como yo, que había llegado a Chile unos quince días antes que nosotros en el Winnipeg, patrocinado por la secta protestante de los cuáqueros.
Un día, le había vendido yo unos zapatos a un obrero, era sábado por la tarde, se iba con ellos puestos y nos dejaba para la basura los usados que traía al llegar. Yo iba a echarlos en el cajón de la basura; pero el chilenazo me dijo. No hagas tal, porque esta noche éste se cura y el lunes va a venir a buscar sus zapatos viejos, ya que los nuevos se los habrán quitado, si quedó botado en el suelo a la salida de una taberna. Y así ocurrió. Estábamos en la época de Chile en que el rotito o roto chileno existía de verdad todavía, con su chaqueta descosida o pedazos de paños de otros trajes que no hacían juego, pantalones con roturas sin arreglar y las populares ojotas, con suelas de trozos de neumáticos usados de autos. En un medio popular así, nosotros que llegamos con lo puesto estábamos casi a la par con ellos. Por eso que nos fuimos incorporando al pueblo chileno sin mayores problemas.
Estaría un par de meses en la zapatería de Paco Calabuig, cuando un día me topé con un compañero del Winnipeg, Celestino Morlans, quien me preguntó qué estaba haciendo y que si me sentía capaz de hacer traducciones de textos franceses al castellano, me podía presentar en la agencia HAVAS, de noticias extranjeras, donde él ya estaba trabajando.
Existía en el “Centre Catalá” en ese tiempo una vida animadísima, con el coro, representaciones teatrales, bailes sociales sábados y domingos y un diariamente concurrido bar y restaurant. Los ricos antiguos emigrantes, como Pere Mir, dueño de las bodegas MIR, en Vicuña Mackenna, pasado de Avenida Matta; los hermanos Sabaté, propietarios de una fábrica de calzado; el señor Mitjans, de la conocida firma de Licores Mitjans; Juan Gratacós, que tenía una tienda de calzados a la entrada de la calle Puente, próximo a la Plaza de Armas; los dueños de la camisería Barcelona, en la misma calle; Antoni Pi, con una gran curtiembre y fábrica de carteras y bolsos de cuero, en calle Bandera y otros ricachones no se hacían ningún problema en convivir de tú a tú con nosotros “los refugiados” recién llegados “sólo con lo puesto y gracias”, en 1939.
Y en el aspecto cultural, los intelectuales catalanes ahora desembarcados, que nunca habrían sido emigrantes en Chile en circunstancias normales, les resultaron todavía más útiles para su antigua revista Germanor y el Butlletí del Centre Catalá, porque al asumir su dirección y redacción los hicieron mucho más importantes que hasta entonces, por la mejor calidad de sus colaboraciones, sin querer esto significar un desmedro de la calidad y esfuerzo que se había desarrollado por varios lustros antes.
Domenéc Guansé tomó la Secretaría del Centre y era alma del nuevo Germanor. Una persona ya algo mayor, menuda, amorosa, muy culta, que pasaba todo el día en la Secretaría, creo que con una modesta remuneración absolutamente merecida. Al parecer era soltero o viudo y debía alimentarse como un pájaro, de acuerdo a su físico. Escribía articulos, buscaba colaboraciones y avisos, atendía el teléfono y las visitas. No paraba un instante.
Francesc Trabal, Joan Oliver (Pere Quart), José María Cassasses y Xavier Benguerel actuaban como los más constantes colaboradores con sus articulos. Benguerel, fino, educado, que provenía sin duda de una familia acomodada, desplegaba una doble actividad; por un lado, como empresario creó un laboratorio farmacéutico, de acuerdo a su profesión en Barcelona, del Laboratorio Benguerel que, cuando regresó a Barcelona, traspasó y los sucesores siguen exhibiendo los productos Benguerel en los estantes de las farmacias chilenas. Me viene a la memoria que tenía un articulo antiséptico y cicatrizante, que muy luego se popularizó en todo Chile, entre médicos y público en general; Metapío, que no faltaba a mano en la mayoría de las casas. El único problema que presentaba era que teñía la piel de un rojo intenso. Quizá ello ha dado lugar a su reemplazo por otros similares incoloros.
LA CRISIS CONSTITUCIONAL DESDE UNA PERSPECTIVA REPUBLICANA
El Exilio en Chile. Testimonio de Ovidio Oltra. Mª Fernanda Mancebo Universidad de Valencia.
El gobierno republicano con fondos del SERE (Servicio de evacuación de refugiados españoles), había conseguido comprar un viejo barco, el Winnipeg, que hacía la travesía Marsella- costa norte de Africa, y lo había acondicionado con literas de madera de modo que se aprovechara al máximo el espacio. Al fin se dio cabida a 2000 refugiados. El barco partió del puerto de Trompeloup, cerca de Burdeos el 4 de agosto de 1939, y llegó a Valparaíso el 3 de septiembre, el mismo día que estallaba la segunda guerra mundial. En él y anteriormente en el puerto, se habían reencontrado familias y amigos largo tiempo separados.
Gracias a la firma de Neruda, ayudado en esos momentos por su esposa Delia del Carril, y el sello del SERE pudieron partir como lo hacían también los barcos para México, SINAIA, IPANEMA y MEXIQUE.
Ovidio Oltra, del que presentamos su testimonio en este trabajo comentó a su llegada: “En el puerto de Valparaíso nos esperaba una gran multitud de chilenos y españoles simpatizantes, junto a ellos autoridades políticas chilenas y miembros del CCHARE (Comité Chileno de ayuda a los refugiaespañoles), que habían previsto la colocación de unos 200 de los viajeros en Valparaíso mismo y alrededores y además un tren especial para el traslado de los demás a Santiago, quienes serían recibidos con cena en los Centros Republicanos Catalán y Vasco.”
Según el mencionado trabajo de V. Lloréns esta fue la expedición “Más proletaria de toda América” de acuerdo con los deseos del presidente Aguirre, pero tampoco faltaron en ella intelectuales o jóvenes promesas que luego desarrollaron su labor en Chile. Contamos entre ellos al dramaturgo y profesor José Ricardo Morales, que pronunció la conferencia de clausura en el Congreso valenciano de 1999 . Carmelo y Arturo Soria y su esposa Conchita Puig, a los que más tarde se unió su hermano Fernando Puig Sanchís, procedente de la URSS donde estuvo en la Escuela de pilotos y participó en la segunda guerra mundial. Los Soria, crearon la editorial Cruz del Sur con la asesoría literaria de Morales que dirigió dos colecciones y José Ferrater Mora y la dirección artística de Mauricio Amster, tipógrafo y grabador de Revista de Occidente . Finalmente a la delegación de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina), dependiente de las Naciones Unidas en Chile pertenecieron como funcionarios hasta su jubilación, el sociólogo José Medina Echavarría, el abogado Julián Calvo y el escritor Francisco Giner de los Ríos, que antes habían estado en México.
En fin una emigración que contó con sus tertulias y sus cafés, con sus empresas y sus artistas y un aporte silencioso que contribuyó grandemente al despegue chileno de la época.
Directora Artística, creación concepto, investigadora: María Mencía
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Nunca pensé que tendría que agradecer a Pablo Neruda por haber salvado a mi abuelo FRANCISCO MENCÍA ROY y su hermano COSME MENCÍA ROY de los campos de concentración franceses.
El documento donde encontré a mi abuelo y su hermano en la lista de pasajeros del Winnipeg.
Memoria Chilena: Los españoles del Winnipeg, Lista de pasajeros. http://www.memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/MC0001872.pdf
Neruda y el apoyo de Chile
El largo viaje a Chile: http://www.andalucia.cc/winnipeg/capitulo_4.htm
Refugiados españoles desmienten en Chile las leyendas del barco Winnipeg
“Los historiadores Jaime Ferrer y Julio Gálvez afirmaron que en el Winnipeg viajó “gente de todas las regiones de España” y con “oficios de todo tipo”, pertenecientes a hasta 33 movimientos y partidos políticos distintos,
según las fichas de los pasajeros que se encontraron”.
“La pintora Roser Bru declaró que el Gobierno chileno pidió que entre los pasajeros del Winnipeg se encontraran profesionales de todo tipo, con el fin de que pudiesen aportar conocimientos al pueblo chileno, y descartó que solo hubiese gente afiliada al Partido Comunista”.
Source:
“Pedro Aguirre Cerda, el presidente de Chile en esa época, apoyó la causa y designó al poeta chileno Pablo Neruda como cónsul oficial de inmigración.
Así es como el 3 de septiembre de 1939, más de 2.000 refugiados españoles llegaron al puerto de Valparaíso en la nave de carga Winnipeg”.
Source: http://www.thisischile.cl/the-winnipeg-is-commemorated-after-75-years-of-its-arrival-to-chilean-coasts/?lang=en
El Imborrable Poema de Neruda
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http://radio.uchile.cl/2014/08/08/winnipeg-el-poema-de-pablo-neruda-que-jamas-han-podido-borrar
La misión de amor de Pablo Neruda. El Winnipeg, Un poema que surcó mares y océanos.
http://winnipeg70.wordpress.com/la-historia-del-winnipeg/
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Pablo Neruda, el Winnipeg y los republicanos españoles.
El director de cine Dominique Gautier y el profesor de la universidad de Pau, Jean Ortiz son autores del documental ‘La travesía solidaria’.
‘El Winnipeg sale de Pauillac, puerto cercano a Burdeos, el 4 de agosto de 1939, con destino a Valparaiso en Chile, a donde llega el 2 de septiembre.
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Radio RTE
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http://www.nuestro.cl/notas/rescate/winnipeg2.htm
Canciones del viaje
Canciones con las que fueron recibidos al llegar a Chile:
El quinto regimiento.
¿A dónde vas morena? https://www.youtube.com/watch?v=eUX9GwN5Se4″
El tamborilero.
Canción de los catalanes.
Fotografías
http://ionerobinson.org”target=”_blank”http://ionerobinson.org”target=”_blank”>http://ionerobinson.org
http://www.eldiario.es/el-holocausto-español/
Exposiciones
Como conmemoración a los 75 años de llegada del Winnipeg a Chile.
Juan José Santos curator de la exposición Reflotamiento del Winnipeg 7-27 Agosto 2011, en la Casa de la Ciudadanía de Montecamerlo en Santiago de Chile.
En Español:http://www.gobo.tv/jwp/en/curatorias/todas/reflotamiento-del-winnipeg/
Casa Municipal de Montecarmelo:http://www.providencia.cl/agenda/categoria/182-casa-de-la-ciudadania-montecarmel
Exhibitions/ Exposiciones in Spain, Canada, Mexico
El Winnipeg: el Poema que cruzó el Atlántico
Mencía, María (2018) The Winnipeg: Poem that Crossed the Atlantic, in Máquinas de escritura, Galería Libertad curated by Mónica Nepote from the E-literatura, Centro de Cultura Digital, Querétaro, Mexico.
Mencía, María (2018) in Lorem BITsum: Literatura electrónica, curated by María Goicoechea and Laura Sánchez, in the Cultural Centre, La Casa del Lector, Madrid, Spain.
Mencía, María (2018) in Mind The Gap exhibition, ELO 2018 Conference, Montreal, Canada.
Invited Speaker
Nov 2019, The Winnipeg: The Poem that Crossed the Atlantic in SPANISH EXILES IN THE UK: HISTORY AND LEGACIES, Birkbeck and Instituto Cervantes, London, UK.
March 2019,The Winnipeg: The Poem that Crossed the Atlantic, Universidad Bordeaux, France.
Feb 2019, The Winnipeg: TPCA, Case study and research methodologies, Digital Culture Studies in Modern Languages. Royal Holloway University of London, UK.
June 2018, The Winnipeg: TPCA: Autobiography, History and Memory in the Poetic Ocean Atlantic Casa del Lector, Matadero, Madrid, Spain.
March 2018, Hybrid Digital Poetics: A Cross- Fertilisation of Languages, in Multilingual Digital Authorship Symposium, Lancaster University, UK.
Oct 2017, The Winnipeg: TPCA in Translation and Poetry, Cambridge Conversations in Translation, Cambridge University, UK;
May 2017, Visual Navigations: The Winnipeg: TPCA in Other Codes conference, National University of Ireland, Galway;
en proceso…
© María Mencía-2017- June 2020